Reyes seguimos con nuestra programación de conciertos.
En esta ocasión los próximos tendrán lugar la primera semana de septiembre, todos bajo la batuta de D. Francisco Javier Gutierrez Juan.
El primero de ellos se celebrará el próximo jueves 5 en la Iglesia Ntra. Sra. de la Salud, sita en c/ Sánchez Pizjuan, s/n, concierto que se realizará en colaboración con la Centro Cultural San Francisco de Asís.
El viernes día 6 tendrá lugar el segundo de ellos y se celebrará en el Círculo Mercantil, c/ Sierpes, nº 65, comenzando ambos conciertos las 20:30h.
El programa que se interpretará será el siguiente:
De Rodrigo a Berlioz
Pasodoble para Paco
Alcalde J.
Rodrigo (1901-1999)
“Sinfonía
Fantástica” Opus 14 (**) H.
Berlioz (1803-1869)
I Sueños y pasiones
II
Un baile
III
Escena campestre
IV
Marcha al suplicio
V Sueño de una noche de aquelarre
Narrador: Javier González Blanco
(**)
Recuperación histórica de la versión para banda.
Notas al programa
El genial
compositor del “Concierto de Aranjuez” Joaquín
Rodrigo Vidré (22-11-1901, Sagunto / 6-7-1999, Madrid) compuso en 1943 un
pasodoble al que tituló Pasodoble a Pepe Luis Vázquez. Posteriormente en 1975 “readaptó”
este pasodoble y lo tituló de Pasodoble para Paco Alcalde. Con este
último título fue editado por Piles (Valencia).
En el presente programa recuperamos la
versión para banda que realizó A.
Gironce de la Sinfonía Fantástica de Berlioz como homenaje al compositor
francés. La “Sinfonía fantástica Opus 14”
fue compuesta por Hector Berlioz
(Côte-Saint-André, Isère 11-12-1803 /
París 8-3-1869 a principio de 1830.
Berlioz compuso la obra bajo la influencia literaria de “Hamlet” de
Shakespeare y “Fausto” de Goethe e inspirado en el amor no correspondido por la
actriz irlandesa Harriet Smithson. Más tarde la actriz aceptó al compositor y
contrajo matrimonio con él. Diez días antes del estreno de la sinfonía Berlioz
publica en prensa el programa que explica la trama argumental de la obra en
cinco movimientos. La sinfonía fue estrenada el 5 de diciembre de 1830 en el
conservatorio de París dirigida por François Habeneck. En 1831 revisó la obra y
redactó el programa de los cinco movimientos:
“Un joven músico
de sensibilidad enfermiza y ardiente imaginación se envenena con opio en un
acceso de desesperación amorosa. La dosis de droga es insuficiente para matarlo
pero le sume en un profundo sueño con las más extrañas visiones en las que sus
sentimientos y recuerdos se asocian en su delirio a imágenes musicales. La
mujer amada se convierte en una melodía que como una <idea fija>
encuentra y oye en todas partes.”
I Sueños y pasiones: “El artista recuerda primero el malestar del
alma, las pasiones, la melancolía, la alegría injustificada antes de conocer a
la mujer amada. Después recuerda el amor volcánico que ella le inspiró, la
angustia delirante, su vuelta a la ternura, al consuelo religioso.”
II Un baile: “En medio de una brillante fiesta
reencuentra a su amada”.
III Escena campestre: “En el campo en una noche de verano el
enamorado oye la melodía que entonan dos pastores. Esta escena junto al susurro
de los árboles movidos suavemente por el viento y algunos motivos de esperanza
que ha concebido hace poco le devuelven la calma. Pero de nuevo ella aparece y
le invaden los malos presentimientos: ¿le engañara ella?
IV Marcha al suplicio: “El joven músico sueña que ha matado a su
amada y ha sido condenado a muerte y es llevado para su ejecución. Esta
procesión es acompañada por una marcha hora pesada y furiosa hora solemne. No
existe transición entre los pesados pasos y las explosiones sonoras. Finalmente
vuelve a aparecer la <idea fija> como última aparición del amor que será
interrumpida por el golpe fatal de la guillotina.”
V Sueño de una noche de
aquelarre: “El artista se encuentra en un
aquelarre rodeado de monstruos y espectros de todas clases reunidos para su funeral.
Se oyen extraños ruidos, gemidos, risas y gritos lejanos a los que parecen
contestar otros gritos. Reaparece la melodía que simboliza a su amada pero ha
perdido su carácter de nobleza y timidez. Se ha convertido en una danza
innoble, trivial y grotesca. ¡Es ella que viene al aquelarre!. Ella disfruta la
diabólica orgía. La Danza de las Brujas y el Dies Irae se combinan”